El CBD afecta a nuestros cuerpos al unirse a los receptores que se encuentran en la superficie de las células, proteínas ancladas a la membrana celular que actúan como transductores de señales a través de esta, iniciando así ciertas respuestas fisiológicas. Estos receptores actúan como llaves de paso a las células; y cuando se activan mediante compuestos, le dicen a la célula qué hacer o no hacer y modulan la liberación de los neurotransmisores y hormonas que regulan distintos procesos biológicos de nuestros sistemas corporales.
En el sistema endocannabinoide humano, los más importantes son el receptor cannabinoide tipo 1 ( CB1) que residen en el sistema nervioso central y el tipo 2 (CB2), que se concentra en el sistema nervioso periférico (nervios ubicados en el resto del cuerpo, sistema digestivo e inmunológico).
El CBD tiene poca afinidad de unión por ellos pero parece modular varios receptores no cannabinoides, como los receptores de serotonina (que influyen en cosas como el dolor, el estado de ánimo y el sueño).
– Receptores de serotonina
A altas concentraciones, el CBD se une directamente al receptor 5- HT1A que es activado por la serotonina, neurotransmisor muy relacionado con el control de las emociones y el estado de ánimo. Los receptores de serotonina se encuentran tanto en el sistema nervioso central como en el periférico, y activan mensajes químicos intracelulares para producir una respuesta excitadora o inhibitoria. Éste receptor está implicado en una amplia variedad de procesos biológicos y neurológicos como la ansiedad, la adicción, el apetito, el sueño, las náuseas y los vómitos.
-Receptores vanilloides
El CBD también se une a los receptores TRPV1 que median en la percepción del dolor, la inflamación y la temperatura corporal. Son receptores acoplados a proteínas G, conocidos como receptores vanilloides, llamados así por la planta de vainilla. La vainilla contiene eugenol, aceite esencial que tiene propiedades antisépticas y analgésicas. El CBD se une al receptor TRPV1 influyendo en la percepción del dolor.
– Receptores huérfanos
Algunos estudios indican que el CBD funciona como un antagonista que bloquea o desactiva otro receptor conocido como GPR55, llamado «receptor huérfano» ya que los científicos aún no están seguros de si pertenece a una familia más grande de receptores. Está relacionado con la modulación de la presión arterial y la densidad ósea. Cuando se activa, también produce la proliferación de células cancerígenas. Por tanto al ser un antagonista del GPR55, el CBD bloquea su señalización y puede actuar para disminuir tanto la reabsorción ósea como la proliferación de células malignas.
– Receptores nucleares
El CBD puede activar los receptores PPAR que se encuentran en la superficie del núcleo de la célula. La activación de PPAR degrada la proteína beta-amiloide, molécula clave cuyo exceso está vinculado al desarrollo del alzhéimer. Esta es una de las razones por las cuales el cannabidiol es un agonista del PPAR y puede ser un remedio útil para los pacientes de esta enfermedad. También regulan los genes que participan en la captación de lípidos, la sensibilidad a la insulina y otras funciones metabólicas.
– Modulador alostérico
El CBD funciona como un modulador de receptor alostérico, puede mejorar o inhibir la forma en que un receptor transmite una señal cambiando la forma del receptor. Mientras que el cannabidiol no se une al receptor CB1 como el THC, el CBD interactúa alostéricamente con el CB1 y cambia su forma, de manera que debilita su capacidad para unirse con el THC, reduciendo la ansiedad y otros efectos secundarios producidos por el tetrahidrocannabinol.
Gracias a la interacción del CBD con los distintos receptores que componen el sistema endocannabinoide la autorregulación de nuestro cuerpo se beneficia de una mejor interacción de las señales que se envían desde el sistema nevioso al cerebro relacionadas con la regulación térmica, el apetito, el dolor, la inflamación….
El CBD es un producto no psicoactivo de gran potencial medicinal. Aún tratándose de un producto bastante seguro puede haber personas que experimenten efectos secundarios tales como sequedad en la boca, diarrea, disminución del apetito, somnolencia y fatiga. Incluso puede interactuar con otros fármacos ,como por ejemplo los anticoagulantes. Por ello, antes de empezar a usar CBD sería conveniente informar a nuestro médico.